Dentro del mundo de los seguros existe un fenómeno que se llama concurrencia de seguro, el cual puede suponer un problema de carácter legal. Sin embargo, sí está permitida la concurrencia de seguro en ciertos casos. Para que conozcas en que consiste esta situación te presentamos en este artículo su definición y cómo se calcula.
¿Cómo se calcula la concurrencia de seguros para una vivienda?
Para evitar cualquier tipo de pago que exceda el valor del objeto asegurado, las compañías efectúan un cálculo al momento de indemnizar el daño. Si lo queremos ver de manera sencilla, el cálculo de la concurrencia de seguros se efectúa aplicando la siguiente fórmula:
El porcentaje a cubrir por una compañía es igual al monto asegurado dividido entre el importe de las diferentes sumas aseguradas por todas las demás compañías. Este valor se multiplica por cien.
Si lo vemos en un ejemplo, este quedaría así:
Digamos que el señor Pedro Pérez adquirió un total de 3 seguros con empresas distintas para proteger su vivienda. El primer seguro, con la aseguradora A es de €100.000, la cobertura con la compañía B fue de €150.000 y el tercero con la aseguradora C llegó a los €140.000.
- El monto total por el que está asegurada la vivienda es de unos €390.000. Para saber cuánto debe colocar cada empresa tenemos que:
- Aseguradora A: 100.000 / 390.000 x 100 = 25,64%
- Aseguradora B: 150.000 / 390.000 x 100 = 38,46%
- Aseguradora C 140.000 /390.000 x 100 = 35,89%
- Si se produce un daño a la propiedad por un monto de €200.000 cada empresa aseguradora debe realizar las siguientes indemnizaciones:
- Aseguradora A: 25,64% de €200.000 = €51.280
- Aseguradora B: 38,46% de €200.000 = €76.920
- Aseguradora C: 35,89% de €200.000 = €71.780
¿Qué es el doble seguro o concurrencia de seguros?
Este es un caso que ocurre cuando un objeto cuenta con la cobertura de varios seguros. Si ocurriese una situación que le permitiese al asegurado percibir la correspondiente compensación por algún daño a dicho objeto, esta sería superior al valor real del mismo. Esto se traduce en la obtención de un lucro.
Las aseguradoras, en aras de evitar esta situación, realizan una compensación de acuerdo a la parte que le corresponda. Para que esto se lleve a cabo correctamente, las compañías aseguradoras acuerdan que parte pagarán en función de las indemnizaciones. Cabe destacar que este fenómeno se plantea particularmente en los seguros por daños.
Ahora bien, en otros tipos de seguros, como los de vida o seguros de accidente, si se pueden cobrar todas las indemnizaciones. Esto aplica de esta forma porque la vida de los seres humanos no puede ser tabulada en un valor específico. Por eso, en caso de accidente o muerte de un asegurado, los beneficiarios de los seguros recibirán las correspondientes indemnizaciones establecidas en los contratos de seguro.
Es preciso aclarar casos puntuales como ocurre con los seguros funerarios o de deceso. Al tratarse de un seguro destinado a prestar el apropiado servicio al fallecido si otra aseguradora lo hace, este deberá pagar el monto del seguro a los herederos.
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